La presión ejercida por los hinchas brasileños sobre los jugadores de la selección de su país ante la ausencia de Romario en la convocatoria se ha convertido en una verdadera pesadilla tanto para los jugadores como para el técnico, Luiz Felipe Scolari.

Desde que la selección brasileña llegó a la ciudad de Goiani, donde el próximo jueves se enfrentará a Bolivia en partido amistoso, todos los jugadores, y especialmente los delanteros, han estado sintiendo en su propia piel la ira de los hinchas por la ausencia de Romario.

De hecho el atacante Washington, cada vez que en los entrenamientos, remata desviado, escucha una fuerte ola de abucheos y seguidamente un coro de voces que pide la presencia de Romario. "Tenemos que usar eso como estímulo. Hay espacio para todos. Si jugamos bien, la gente se olvidará de quien no esté en la lista", comentó Washington.

Por su parte, Edílson reconoce que esto es algo que "resulta incómodo". "Cada vez que vamos a jugar, la gente muestra que prefiere ver a otro jugador en la cancha, pero eso es parte de la responsabilidad de ser jugador de la selección brasileña. No tenemos la culpa", destacó el delantero, otro de los más abucheados.

Luizao no se preocupa

En tanto, el atacante Luizao fue contundente: "Con 10 años de profesión, los abucheos ya no me importan. Estoy en la selección brasileña y hago mis goles".

Además el lateral Belletti recordó que "Romario también tuvo su oportunidad en un partido ante Uruguay” (en las eliminatorias mundialistas sudamericanas, en un encuentro en el que el ariete estuvo bastante flojo). "Ahora espero que quien esté aquí, juegue bien".

Durante una tensa rueda de prensa, Scolari se limitó a comentar que la ausencia de Romario "es una opción táctica, no personal". "Durante las eliminatorias mundialistas, Romario tuvo dos lesiones y yo opté por un sistema táctico diferente al que él usaba en su club", añadió.

Sesiones a puerta cerrada

Quizá, debido a esto, el técnico ha decidido que el entrenamientos vespertino sea a puerta cerrada. Hasta ahora, los hinchas podían ver los entrenamientos de la selección entregando un kilo de alimentos.

En las pocas sesiones de ejercicios tácticos realizados hasta ahora, Scolari situó una zaga con tres hombres (Juan, Cris y Anderson Polga), con Belletti y Paulo César como carrileros, apoyando al ataque subiendo por los laterales.

En el mediocampo, Gilberto Silva se ejercitó en el mediocentron con Juninho Paulista y Kléberson de enganches y Luizao y Edílson como atacantes natos.