Es semifinalista

Copa del Rey | Real Madrid 4 - Rayo 0

Es semifinalista

Es semifinalista

JESÚS RUBIO

El Madrid liquida prácticamente la eliminatoria con el peso goleador de sus cuatro cracks: R. Carlos, Raúl, Zidane y Figo.

Ya hay un semifinalista de Copa: el Real Madrid. Si el Rayo es capaz de remontar los cuatro capones que se llevó del Bernabéu, pasará a la historia del torneo del K.O. Es misión imposible para los vallecanos, después del repaso que recibieron ayer ante un Once de la Fama que no necesitó apretar las clavijas para anotar la goleada.

Lo hizo al trote, envolviendo al enemigo con suavidad hasta aniquilarlo en el último tirón del partido haciéndole beber el veneno de las estrellas: Roberto Carlos, Raúl, Zidane y Figo han dejado al conjunto de Gregorio Manzano en la cuneta.

El arranque del Real Madrid fue diesel. Esta vez no saltó al campo con la propulsión de la noche del Depor. La historia era diferente, claro, pues estábamos ante un duelo a dos asaltos y no apremiaban los minutos. Pero lo feo fue que la frialdad caló en el espíritu del gran Zidane, dejándolo algo desdibujado. Rápidamente lo vieron Raúl, Figo y Roberto Carlos, y decidieron asumir el protagonismo. De manera especial el portugués y el brasileño. El primero puso toda la voluntad del mundo para perforar el hormigón rayista, ya fuera por la derecha como por la izquierda. Y su suerte fue irregular.

Mejor le salió a Roberto Carlos. El lateral se multiplicó de maravilla. Estuvo ágil en el corte, valiente y decidido. Amargó la noche a Peragón, incapaz de apagar este volcán en erupción, igual que le sucedió a Mainz, enloquecido por la punzante llegada del madridista.

Y sucedió que a la media hora se rompió el partido con una aparición en diagonal de Roberto. Sorteó a cuantos le quisieron tumbar y agarró un derechazo imparable para Lopetegui. Fue un golpe en el mentón para un Rayo que había tentado a Casillas con un par de llegadas. Míchel se había empleado muy bien descolgándose de Helguera, en uno de sus peores partidos porque jugó con molestias, para construir jugadas de mérito que al final se deshicieron en la nada. Mala fortuna para los vallecanos, que dejaron al león vivo. El zarpazo de Roberto Carlos les atolondró y llegó la mala hora de Guti.

En diez minutos le ocurrió de todo, y todo triste, al bueno de Guti. Para abrir la fatal secuencia, puso el grito del Bernabéu en el cielo al fallar un remate a placer en boca de gol tras una obra maestra de Roberto Carlos y Zidane a un toque. Ocho minutos después el mismo protagonista recortó en el área, tocó suave hacia línea de gol y cuando ya estaba cantado en el graderío, Corino rebañó hacia fuera. Efectivamente entró el balón, pero Iturralde y el inepto asistente Rafa, famoso Rafa, no lo concedieron. Y para culminar la racha negra, Guti fue objeto de un claro penalti justo en el minuto 45 por empujón de De Quintana y otra vez el árbitro no estuvo de su parte.

Lo más sabroso esperaba en la segunda mitad, cuando el motor blanco fue tomando temperatura. El Rayo desapareció del campo progresivamente, incapaz de mantener la compostura y el ritmo físico. Y aunque Guti mantuvo su desafortunado día, el Madrid no tuvo problemas para ajusticiar al rival. El último cuarto de hora fue dinamita: Raúl dejó a los centrales en evidencia en el segundo, Zidane fusiló con clase en el tercero y Figo redondeó la goleada y la eliminatoria con el cuarto. Si observan la lista de artilleros, la noche fue para la estrellas madridistas, que marcaron otra vez las diferencias sobre la hierba.

El detalle. De cuatro en cuatro en Copa

Después de los cuatro goles que recibió el Nàstic, el Real Madrid parece abonado a esta cifra para resolver los partidos del Bernabéu. El conjunto de Tarragona dio más guerra que el Rayo, pues hizo dos goles. De cuatro en cuatro hasta el 6 de mayo, día de la final y objetivo total.