Fernando Sanz alza la voz y pide respeto

Primera | Málaga

Fernando Sanz alza la voz y pide respeto

Fernando Sanz alza la voz y pide respeto

paco rodríguez

"Nos sentimos desamparados, alucinados, impotentes. Hay indignación".

"No estamos nerviosos, sino indignados y alucinados con los arbitrajes que recibimos. Nos sentimos desamparados pero hemos sido superiores en todos los partidos y estamos trabajando bien. A ver si nos llega la suerte porque a los porteros los estamos haciendo internacionales. Todos hacen el partido de su vida con el Málaga". Una declaración y dos temas: la fortuna y los colegiados, sobre todo los colegiados. A Fernando Sanz se le veía ayer en el aeropuerto Pablo Ruiz Picasso como al resto de la plantilla: tocado por los últimos resultados y esquivando zancadillas para cambiar de dirección la peligrosa cuesta abajo que ha iniciado el equipo desde aquel maldito gol de Tote.

Nadie se ha quejado puntualmente del penalti a Vucko. Todos quieren cerrar filas y trabajar a muerte pero algunos no tienen dudas de que pasa algo raro: "Seguro que si hubiésemos sido otro equipo, el linier no pita un penalti sabiendo lo que veníamos arrastrando en todos los partidos anteriores. Y lo pitó el linier, porque el árbitro no lo había visto. Pero aquí está claro que nos vamos a tener que ganar todo en el campo porque, en cualquier decisión dudosa que haya, los perjudicados vamos a ser nosotros. Eso lo tengo muy claro. Sin ir más lejos, el Athletic hizo miles de penaltis en cada córner y en cada falta lateral el otro día. Parecía que estaban jugando al fútbol americano. ¿Por qué no actúan todos los asistentes de la misma forma?".

Más de uno se pregunta ya si el Málaga está siendo víctima del efecto boomerang: protestas para ver si cae algo y te machacan. El madrileño empieza a ver muy claro el panorama: "Es que son ya bastantes errores. Juegas bien y luego llega la jugada clave y... ¿qué pasa? Seguro que han visto en el Málaga un grupo de gente que no protesta, que no alza la voz mucho y puede ser más fácil perjudicarnos sin que se arme alboroto. ¿Que si merece la pena seguir hablando de ellos? No sé, pero está claro que el que no llora no mama". Hay quien dice que se habla de los arbitrajes para ocultar carencias. También hay otra evidencia: favores este año a los de Peiró, poquitos, poquitos...