Dramático

Primera | Deportivo 2 - Celta 2

Dramático

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El Depor volvió a remontar un 0-2 apelando a la épica en un encuentro marcado por la terrible lesión de Manuel Pablo

Y a lo dijo Irureta el día de la previa, "Galicia es la región con mejor nivel futbolístico" y ni sus jugadores ni los rivales quisieron contradecirle. Deportivo y Celta plantearon un partido sin complejos. Fútbol sin contemplaciones. En el primer tiempo sólo había un gol en el casillero, pero bien podían haber subido otros cuatro más.

El Depor, por aquello de ser local, empezó dando. Valerón fue el primero en abrir fuego y después le siguió Catanha a modo de respuesta. Hicieron falta pocos minutos para asentarse en el campo. Estos dos rivales se conocen de sobra. El Depor controlaba el centro del campo y el Celta, que vistió de rojo por decisión del árbitro en el último momento, era más seguro en defensa. Los centrales celestes tuvieron numerosas oportunidades para el lucimiento. Berizzo sacó en el minuto 20 un gol cantado de Valerón y Cáceres repitió con otro de Tristán, que ya se estaba celebrando en las gradas. Si Cáceres estuvo acertado, lo que hizo Tristán con ese balón en el área se puede elevar a la categoría de mágico. El partido era un toma y daca constante, un regalo para el buen aficionado al fútbol. El primer gol no tardó en llegar. Mostovoi, magistral como siempre, sacó una falta y Berizzo remató de cabeza. La defensa del Deportivo muy segura en el corte, se duerme en el juego aéreo. Ya les había avisado unos minutos antes Edu.

El gol visitante hirió el orgullo de los blanquiazules y se emplearon a fondo por nivelar el marcador. Makaay se enfrentó a Cavallero, pero el portero del Celta se la sacó con seguridad. El partido tenía dueño por periodos, pero nadie bajaba los brazos. El equipo de Víctor pudo hacer más daño antes de irse al vestuario. Berizzo sacó una falta en la derecha del área y Molina tuvo que emplearse a fondo para que no fuera al fondo de las mallas. El partido estaba tan vibrante que nadie quería irse al descanso. El duelo entre gallegos se cobró una víctima. Manuel Pablo, en un choque fortuito con Giovanella, se lesionó. Los gestos de los jugadores, incluido el propio Giovanella que estaba muy afectado, señalaban la gravedad de la situación. La lesión fue el punto de inflexión, el nerviosismo se hizo el dueño del partido y el juego brusco fue constante.

El Celta aprovechó el desconcierto del Depor y Edu puso el 0-2. Pero al Depor nunca hay que darle por muerto. Dos minutos después, en una repetición de lo que ya pasó con el Manchester Naybet, con la colaboración de Juanfran, marcaba el gol de la esperanza. Todos los resortes del Depor saltaron y volvieron a agarrarse a la épica. Scaloni se internó por la banda, combinó con Valerón, que le devolvió la pelota y Berizzo le derribó en el área. El penalti lo convirtió Pandiani. El partido ya era una locura, pero el Depor en esas situaciones es doctor honoris causa. Al final, el marcador acreditó el nivel de ambos equipos.