La máquina infernal

Segunda | Leganés 0- Atlético 3

La máquina infernal

La máquina infernal

DAVID LÓPEZ

El Atlético golea y deleita por el acierto de Correa y Diego Alonso

El obús colchonero pasó por Butarque y ganó con solvencia, prestigio y calidad. La máquina infernal de Luis está perfectamente engrasada y es casi imposible poderle superar cuando está acertada en los metros finales. Este Atlético infunde miedo. La Segunda está asustada por el nivel de juego que está exhibiendo el favorito de la categoría, al que ya adjudican una de las plazas de ascenso. Ante el Leganés supo hincar el diente en el momento oportuno gracias a su dupla charrúa y se llevó tres puntos de oro.

Los rojiblancos son un bloque que se siente seguro en sus virtudes, arrogante con su sistema e impaciente por volver cuanto antes a Primera. Los únicos momentos de cierta igualdad fueron los iniciales cuando el doble pivote de Luis tenía intermitencias con el desacople de Colsa y la actitud valiente del técnico local, Ciriaco Cano, que no salió a especular con el empate. Colocó a Óscar sobre Stankovic y Darmon como lapa de Movilla y el Atlético no tenía el control de balón que es fundamental para los esquema atléticos. Luis se dio cuenta de este fallo y cambio el rumbo a sacar a Nagore como escudero de Movilla que ya tuvo libertad para irse al ataque, dando un auténtico recital de todo el gran fútbol que lleva en sus botas.

Los aguijonazos mortales de los uruguayos Correa y Diego Alonso no tardaron en llegar. En apenas cinco minutos la diferencia ya era elocuente en el marcador. Dos goles a cero para el Atlético y sobre todo una clara diferencia sobre el campo. En un choque de ida y vuelta, la experiencia y sabiduría de los puntas atléticos estaba imponiendo sus condiciones. El Leganés rompía por las bandas, Armando y Carreras no terminan de estar finos a la hora de defender, y García Calvo e Hibic tenían más trabajo de lo esperado. Como en Éibar, los rojiblancos estaban rompiendo la muralla del Leganés, que parece abonado al empate a cero tanto en casa como de visitante.

En el segundo tiempo Correa ejecutaba primorosamente un golpe de franco y conseguía el tercer gol de su equipo. La historia había concluido y como es normal los de Luis intentaron amarrar el resultado. Craso error. Su técnico no paró de desgañitarse desde la banda para pedir máxima tensión.

Morder

Luis no quiere ninguna relajación y los jugadores luchan a muerte por un puesto en el once titular. Sacó a Dani y Otero para que dieran más velocidad a la hora de salir a la contra. Ciriaco había sacado a los pocos peones que tenía en el banquillo y estuvieron a punto de conseguir el tanto del honor, pero se encontraron con el show particular del Mono Burgos, que salvó dos tiros de Arnal y hasta lanzó una pelota fuera del estadio que provocó que la grada le dedicara sus gritos de apoyo. Su colega Raúl puso su granito de arena en una buena matinal de porteros con dos buenas salidas a los pies de Diego Alonso.

Por el Vicente Calderón sigue instalada la bonanza y se anuncia una campaña llena de alegrías. Este Atlético se ha convertido en el espectáculo de Segunda. Son espartanos cuando lo requiere la situación y sacan el arte en los momentos oportunos. La mano de Luis ha producido un cambio radical en las estructuras deportivas de los rojiblancos. La moral está por las nubes y la plantilla se siente identificada con las ideas que les proyecta su jefe. Se antoja como un milagro casi imposible que le descabalguen de la primera posición y se antoja que será un año de tránsito para ir perfilando un bloque de Primera.

Los jugadores muerden en cada pelota. Es increíble poder ver la forma de correr y el estado físico que tienen Correa y Dani, que nunca han destacado por ser unos currantes del balón. El poderío de su trabajo tiene su refrendo cuando saltan al terreno de juego. Tampoco se puede olvidar el memorable inicio de campaña que lleva Movilla. Corre por veinte, tiene el cerebro de los privilegiados y saca petroleo de cualquier pelota. Una gozada el poder presenciar sus encuentros. El Leganés hizo lo que pudo. Estas victorias y demostraciones sirven para imponer respeto desde el principio y que los rivales salgan convencidos de que el Atlético es de otra galaxia.

El detalle: Seis goles uruguayos

De los nueve goles atléticos, cuatro llevan la firman uruguaya y dos Correa. Los uruguayos festejaron ayer su puntería con unos gorros y un baile de su país.