Purito Rodríguez logró su objetivo: subirse al cajón de París y completar su colección de podios en las tres grandes: tercero en este Tour, y segundo en el Giro y tercero en la Vuelta del año pasado. Pero el carismático corredor no se relaja. Ahora quiere la Vuelta.
Una carrera que ya pudo ganar en 2012 sin el despiste de Fuente De y que en esta edición vuelve a tener un recorrido muy propicio para sus condiciones: once llegadas en alto, con bonificaciones de diez, seis y cuatro segundos para los tres primeros en meta, y una sola crono no muy larga (38 km).
Escalador explosivo y con un potente final en subida, el año pasado ganó tres etapas y sumó un total de 52 segundos en bonificaciones. Purito estará además apoyado por un buen equipo con su guardia española en el Katusha: Dani Moreno, Losada, Vicioso y Florencio.
Pero no es el único que se puede desenvolver bien en esta Vuelta tan montañosa. Su principal rival será el italiano Nibali, vencedor de la Vuelta 2010, que este año ha ganado el Giro de Italia y, además, les ha mojado la oreja a Wiggins, en el Giro del Trentino, y a Froome, en la Tirreno-Adriático.
Buen elenco. Y tampoco será un duelo a dos bandas. Algo tendrán que decir Valverde e Intxausti por el Movistar, y Samuel Sánchez y, quizás, Igor Antón por el Euskaltel, o el colombiano Henao por el Sky, en el que parece que no vendrá Urán. Con Ivan Basso, para el que es una Vuelta demasiado explosiva, son las principales figuras de una inscripción que no está cerrada, aunque sí están descartados ya Froome, Wiggins, Contador y Quintana.
