Real Madrid 85- Estrella Roja 61

El Real Madrid sigue en racha pese al gigante Marjanovic

El pívot del Estrella Roja firmó 35 de valoración, pero el Madrid se escapó en el segundo cuarto gracias a los puntos de Carroll y a la magia de Sergio Rodríguez.

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No hay Copa sin resaca. Eso es así. Pero le duró poco al Madrid. Lo que tardó en cerrar filas atrás y agarrarse al talento de Sergio Rodríguez, con varias acciones que valen la entrada (caño a Tejic y réplica incluida de la canasta que sentenció el título copero, aunque desde el lado izquierdo). Y al acierto de un explosivo Carroll. Menos triplista, más anotador eléctrico. Señal de que las piernas le acompañan. Doce puntos del americano al descanso con 6 de 7 en canastas de dos (17 y 7 de 9 al final). Y ninguna de tres; pero ni él ni nadie: 0 de 17 entre ambos equipos.

De primeras, el impacto de la resaca fue tan grande como la muralla contra la que chocaban los blancos: 2,21 metros, Boban Marjanovic. El gigante más productivo en la Euroliga desde 2004, desde que Sabonis se retirara con 39 años. En menos de 13 minutos llevaba 13 puntos, 8 rebotes, 6 faltas recibidas y 24 de valoración. Balón que le llegaba, balón que iba de arriba abajo. Mate tras mate frente a Ayón y Reyes: 6-14 en el marcador.

La pareja Bourousis-Slaughter funcionó mejor (Nocioni no jugó para recuperarse del esguince). El Madrid robaba 8 balones (12 pérdidas del Estrella Roja) y pasó de trotar a correr, y poco después a volar. Con Sergio y con Carroll, ya saben. Volvía Marjanovic, sí; pero ya no le buscaban como antes. Se había perdido su conexión con Tejic. Se abría una brecha, la primera y la definitiva: 34-24 y 40-29.

En la reanudación, más Marjanovic. A la carga. Minutos de fábula para disparar su caché, ya en ebullición en el mercado. También los mejores instantes de Marcus Williams. Los de Laso no defendían bien el bloqueo y continuación (46-41) y el técnico no podía contenerse en un tiempo muerto: “Si defendemos el pick & roll andando, nos la va a meter en la cara. ¡Que mide 2,30!”. Si no vieron el partido, se hacen a la idea. Sucesión de mates hasta que se sentó en el tramo final del tercer cuarto con 21 puntos, 13 rebotes y 35 de valoración. La torre serbia se dio una tregua. Adiós partido. Para colmo, el Estrella Roja fallaba sus 13 primeros triples. Venía de errar 19 sin ningún acierto ante el Zalgiris. Ni adrede lo repite.

Llull anotaba y Sergio y Carroll volvían a hacer de las suyas. La renta, con Maciulis de cuatro y Slaughter de cinco (otro gran partido y 5 recuperaciones), se alargó como cuando se lanza un anzuelo con caña telescópica, rápido y suave a la vez (+25, 81-56). Marjanovic veía desde el banco como Sergio le emulaba: dos tapones, tres en dos duelos si contamos el que puso ante el Barça. El mundo al revés, y el Madrid como estaba. Arriba. Líder en solitario y en racha. Sólo una derrota en 2015, en 18 partidos. Eso sí, otra vez penando para cerrar el rebote defensivo. En esta ocasión cedió 17.