Pau Gasol ya ha comenzado la que será su séptima temporada en Los Angeles, la sexta que vive desde el training camp de pretemporada con los Lakers. Un período en el que ha jugado tres finales y ganado dos anillos y en el que ha vivido unos últimos tiempos convulsos, malos en lo colectivo tras la salida de Phil Jackson y duros en lo personal por los problemas físicos y los rumores que le han situado de forma casi permanente en el mercado de traspasos. Gasol vive ahora además el último año del contrato que le ha convertido en uno de los mejores pagados de la NBA y que le reportará en la 2013/14 un total de 19.285.000 dólares que le convierten en el octavo jugador mejor pagado de la liga por delante de LeBron James o Kevin Durant y por detrás de un grupo de jugadores que lidera Kobe Bryant, que va a ganar más de 30 millones en el que también será el último año de su actual contrato.

Los Lakers, y más con el nuevo tope salario y las restricciones al impuesto de lujo que llegaron con la firma del último convenio, no podrán obviamente aproximarse a esas cifras para retener ni a su gran estrella ni a su escudero, un Gasol que en cualquier caso no piensa en grandes rebajas y asegura que quiere seguir en L.A... pero no a cualquier precio: "¿Si aceptaría un recorte muy sustancial en mi sueldo? Pues seguramente no... Voy a explorar mis opciones aunque primero tengo que ver qué intención tienen los Lakers. Supongo que si hago una buena temporada, querrán que siga aquí. A mí me gustaría seguir y retirarme en los Lakers pero tendré que analizar todas las cartas sobre el tapete". Kobe Bryant también aseguró algo similar así que los Lakers tendrán que hilar fino de cara a una próxima temporada en la que tendrán que afrontar la ya imposible de retrasar reestructuración del equipo.

De nuevo sano... y fresco

Pero por encima de las cuestiones contractuales, Gasol agradece la oportunidad de comenzar una temporada sin problemas físicos y tras haber descansado después de renunciar al Eurobasket de Eslovenia: "Es refrescante poder jugar otra vez", asegura antes de reconocer que está física y mentalmente preparado para la temporada: "Voy a ser más físico y haré más cosas a medida que me vaya poniendo en mejor forma. Sé que voy a jugar más de pívot puro y voy a tener que defender a pívots, intimidar, cerrar nuestro aro... Estoy mentalmente muy fresco".

El nuevo curso supone también una oportunidad de dejar atrás dos temporadas malas en lo personal, en las que ha lidiado con las lesiones y en las que ha tenido que hacer sacrificios para ajustar su juego, primero para jugar junto a Bynum y después, y el mayor, con la llegada de Dwight Howard: "Las últimas dos temporadas son ya pasado, he aprendido de esas vivencias y he avanzado. He aprendido a tratar con las adversidades porque no siempre puede ser todo maravilloso. Se trata de seguir adelante con mentalidad y actitud positivas".

El español será uno de los referentes de unos Lakers de perfil más bajo y perspectivas rebajadas, siempre junto a un Kobe Bryant al que le une una excelente relación. De hecho, el escolta colgó una foto en la que aparecía junto a Gasol en cuanto Howard anunció su intención de no seguir en Los Angeles y jugar en Houston Rockets: "Estamos muy unidos, hemos pasado por muchas cosas juntos. Kobe además cree que el equipo tendría que contar en pista conmigo de la manera adecuada para exprimir mis facultades como jugador. Cuando hemos jugado de esa manera él y yo juntos, siempre hemos obtenido buenos resultado".

Si todo sale de la mejor manera posible, Gasol ni siquiera descarta ser All-Star por quinta vez en su carrera: "Se trata primero de mi salud, después de mi nivel de juego y finalmente del rendimiento del equipo. Si juego bien y el equipo gana partidos, creo que puedo volver a estar en el All-Star".