San Antonio Spurs y Miami Heat, los dos grandes favoritos, recuperaron en Oakland y Chicago la ventaja del campo que habían cedido inicialmente en sus series ante Warriors y Bulls. Con 32 puntos de Tony Parker (25 en el primer tiempo) más 23 de Tim Duncan (diez rebotes), los Spurs batieron a los Warriors por 92-102 en el Oracle Arena de Oakland. Pese a todo lo que aportaron Parker y Duncan, quizá fue Manu Ginóbili el hombre que decidió la noche de Oakland: ‘Gino’ sólo produjo 12 puntitos, pero ocho de ellos, sus ocho primeros, resultaron vitales para frenar a los Warriors cuando estos iban lanzados tras empatar a 65 en el minuto 30 (descanso, 48-57). Ahí surgió el mejor Ginóbili para catapultar a los Spurs, con ayuda de un triple de Danny Green, hacia el 65-76: parcial de 0-11. El tercer cuarto concluyó con 69-79 para San Antonio.
Con Stephen Curry claramente mermado por problemas de tobillo (acabó cojeando claramente), los Warriors ya nunca dieron sensación real de poder amenazar a los bien ajustados Spurs, aunque aún recortaron hasta 78-79. Parker, Ginóbily y Duncan se hicieron cargo de la situación. El 92-102 suscribe el 1-2 para los Spurs, que el domingo regresan al Oracle Arena con intención de aplicar un golpe decisivo a la serie, entre el mar de camisetas amarillas rotuladas con la inscripción “We are Warriors”: “Nosotros somos guerreros”. Ese mensaje no sirve de mucho cuando la defensa de los Spurs es capaz de ajustarse para limitar a los Warriors a un 39,3% de acierto en tiros de campo. San Antonio acertó el 50,6% y su entrenador-jefe, Gregg Popovich, se permitió el lujo de ordenar ‘Hack-a-Bogut’, faltas a propósito para que el pivot australiano de los Warriors demostrara su impericia en la línea de tiros libres (1/4). El ‘doble doble’ final de Bogut (11 puntos, 12 rebotes) no alivió los problemas de los Warriors, cuyos tiradores y juego de perímetro eran acogotados constantemente por los cierres defensivos de los Spurs: Jarrett Jack firmó 5/12 para 11 puntos. Klay Thompson, 7/20 y 17 puntos. Curry, casi a la pata coja, 16 puntos con 5/17 en tiros. Total de tiros conjunto entre Jack, Thompson y Curry, 17/49. Mal… y malas perspectivas de los Warriors para esa inquietante cita del domingo.
En el United Center de Chicago, y ante una muchedumbre de 22.675 espectadores, casi un pueblo al completo, los Miami Heat recuperaron la ventaja del campo con su 94-104 sobre unos Chicago Bulls sin Luol Deng (que ha perdido tres kilos por sus ataques de fiebre), Kirk Hinrich (tirón en el gemelo) ni, por supuesto, Derrick Rose. Ya es 1-2 para Miami, que por fin reencontró al mejor Chris Bosh: 20 puntos, 19 rebotes. LeBron James no tiró bien (6/17) pero lo arregló desde la personal, para estampar 25 puntos más ocho rebotes y siete asistencias. Norris Cole agregó 18 puntos a los Heat, con un brillante 3/3 en triples y un papel decisivo en el estirón final que rompió el tenso partido: tras el 50-52 del descanso, y a sólo 4:14 del final, los Bulls navegaban a tiro de 83-85. Pero ahí, y en sólo un minuto más, dos puntos de Cole y tres de Bosh concretaban el 83-90. Tras cinco puntos de Belinelli y Boozer, dos triples seguidos de Cole y James impusieron el 88-96 a1:48, abriendo la brecha decisiva.
Todos los titulares de los Bulls anotaron de 15 puntos para arriba, con 21 para Carlos Boozer. Nate Robinson (que colocó un tapón a LeBron) Jimmy Butler se igualaron en 17. Noah dobló con 11 rebotes sus 15 puntos, pero los Heat controlaron la batalla por los rebotes (37-39) y su defensa prevaleció para reducir a Chicago a un 45,5% de acierto tiros de campo. Miami concretó el 50% de sus tiros. Transcurría el minuto 15, cuando Nazr Mohammed y LeBron James se enzarzaron al cruzarse en media pista. Inicialmente se le señaló una técnica a cada uno… pero, cuando LeBron gesticulaba, Mohammed le empujó violentamente y le arrojó con fuerza al parquet. El pívot reserva de los Bulls fue descalificado. Con seguridad, Mohammed recibirá una sanción que le impedirá jugar el cuarto turno de la serie: el lunes, de nuevo ante la multitud del United Center.
