El FIATC Joventut está a punto de completar su línea de bases para la próxima temporada ya que a la renovación ayer de Albert Oliver está a punto de cerrar la incorporación del espectacular base estadounidense con pasaporte georgiano Corey Fisher (24 años y 1,85) procedente del Antalya turco.
Nacido en el Bronx ya de pequeño jugaba a baloncesto en sus calles, pero para sacarle de ellas su madre le mandó a la escuela secundaria de St. Patrick en Elizabeth (Nueva Jersey), la misma donde estuvieron Michael Beasley, Blake Griffin y Derrick Rose. De allí pasó, en la temporada 2007-2008 a la Universidad de Vilanova donde destacó por su capacidad anotadora.
En sus cuatro temporadas universitarias, se licenció en arte, jugó 138 partidos, con una media de 12.1 puntos y 3,6 rebotes. En su primera temporada fue elegido en el equipo debutante de la Conferencia Bif East de la NCAA; en la 2008-2009, Mejor Sexto Jugador y formó parte del segundo Mejor Equipo del Año en la 2010-2011.
No elegido en el Draft de la NBA de 2011, dio el salto a Europa en la pasada temporada para jugar en el Antalya turco donde jugó 30 encuentros con una media de 34,6 minutos, 17,2 puntos, 4,4 asistencias y 3,5 rebotes y Participó en el All Star Game turco.
Es un jugador agresivo, gran penetrador y difícil de parar. Tiene un porcentaje del 38 por cien en triples y muy rápido en ofensiva.
105 puntos en un playground
Fisher, al que llaman 'Fisher Price' no ha olvidado nunca sus orígenes y como muchos otros jugadores de la NBA y la NCAA siguen disputando los playgrounds (partidos de baloncesto en la calle) en diferentes ciudades. Todo el mundo ha oído hablar de algunas de las hazañas de Kobe Bryant en el Rucker Park de Harlem o de Ron Artest y Kevin Durant en Dyckman Park.
El 7 de agosto de 2010, ya siendo base de la Universidad de Vilanova, se convirtió en una leyenda del Bronx cuando en la Liga de Verano de Nueva York, jugando con el equipo Dyckman Youngs frente a los GymsRatsNYC, estableció el récord absoluto de este tipo de competición con 105 puntos anotados en un encuentro, que su equipo ganó por 138-130 en el pequeño patio de Watson Gleason, ubicado en el corazón del Bronx.
Anotó 56 puntos en la primera mitad y al final del tercer cuarto ya había sumado 72 puntos, pero siguió anotando, totalizando 23 de 28 triples, hasta su marca, superando en cinco puntos el record anterior que, en 1978, estableció el legendario Fly Williams en el barrio de Queens.
