Una de las cosas más bonitas que puede decir un rival sobre ti es "ojalá te retires". Esa afirmación encierra muchísimos halagos.
A veces los dirigentes devuelven el fútbol a la gente, como en este formato de Copa, y otras veces lo alejan, volviéndolo un producto turbio e inaccesible.
Siempre me ha llamado la atención esa percepción del futbolista como un ser humano definido únicamente por su profesión.
El otro día propuse en la Cadena SER el término Melancoliga para definir ese estado transitorio de desasosiego.
Sí, te puede gustar el fútbol y en paralelo puedes refutar a Kant. Pero si te gusta el fútbol lo que casi nunca puedes es refutar a Mendilibar.
Otro tópico que vertebra las páginas futbolísticas desde hace años es lo de "El nuevo Messi". Cada temporada nace uno nuevo.
El Celta ha protagonizado este verano una operación retorno que ni la DGT, y a los aficionados al fútbol, románticos por naturaleza, la vuelta a casa siempre nos cautiva.
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